lunes, 5 de enero de 2015

“THE ARRIVAL”, UNA NOVELA GRÁFICA DE SHAUN TAN


Cuando recuerdo mis años recientes como estudiante de literatura, siempre pienso en las valiosas lecciones que me impartió Mario Barrero, uno de mis profesores más queridos. En sus clases, el profesor Barrero le daba mucho énfasis a la importancia de la imagen. La discusión sobre las obras siempre iba de la mano con la discusión de alguna película, que de una manera o de otra, siempre resultaba ser un material interesante para complementar los contenidos de la clase. En un momento preciso, alguno de los alumnos le preguntó al profesor a qué se debía su interés por el cine y por empatar el lenguaje fílmico con el lenguaje literario. “Yo creo que estudiar el lenguaje cinematográfico y el lenguaje de las imágenes en general es sumamente importante para la formación académica de los alumnos de literatura. En nuestro siglo presenciamos la muerte de la novela y la estamos reemplazando por la validez narrativa de las imágenes, que en el cine, en la publicidad o incluso en las obras pictóricas, están adquiriendo la habilidad sorprendente de contar historias”. La respuesta del profesor Mario nos dejó fríos a todos; todos éramos estudiantes ingenuos convencidos de la validez de la academia y de la grandilocuencia de la obra literaria, pero en pocos minutos todos logramos comprender la otra cara del asunto.
Como todo buen profesor, más que llenarme la cabeza de contenidos, Mario logró generar en mí una gran curiosidad por el lenguaje de las imágenes. En mi trayectoria como estudiante, busqué interesarme más por el cine y por las obras pictóricas o fotográficas, que  contaban historias incluso sobre mí misma. El universo de las imágenes se abrió ante mí, y vi como esas obras me hablaban de forma directa, me juzgaban, me comprendían, me conocían incluso más que las enormes novelas de Émile Zola, o los dramas femeninos de la aclamada Jane Austen. Mario me hizo comprender que el lenguaje de las imágenes es realmente nuestro lenguaje, el lenguaje del siglo XXI, y que ninguno de nosotros puede prescindir de él. Creo que esta cautivación por el mundo de las imágenes y por el poder extraordinario que tienen sobre nosotros, forma parte de ese proceso de globalización constante, en el que el mundo visual se convierte, de cierta forma, en un lenguaje que todos podemos comprender.  
Yo llegué a interesarme por la novela gráfica en tiempos muy recientes. Siempre había sido amante de las tiras cómicas, de nuestra querida Mafalda o de Calvin y Hobbes, los simpáticos personajes de Bill Watterson. Mi primer contacto con la novela gráfica se remonta al estudio en una de mis clases de periodismo de la famosa obra Maus de Art Spiegelman, o a mi lectura deliberada de la obra Persepolis de Marjane Satrapi. Siempre me generó curiosidad cómo este tipo de propuestas podían empatar en un mismo artefacto el mundo maravilloso de la narración con la fuerza cautivadora de la imagen, y cómo podían reinterpretar el significado del libro para ponerlo al servicio del elemento visual. Sin embargo, estas obras aún no habían salido del cajón de la palabra: el diálogo aún prestaba un servicio importante a la redacción de estos relatos, y presiento que sin la increíble reverencia al mundo de las letras, estas novelas no hubieran podido existir. Cuando la novela gráfica The Arrival de Shaun Tan llegó a mis manos, pude notar que ese pacto silencioso entre el relato escrito y la imagen se estaba desligando de manera profunda. En la obra del dibujante chino-australiano descubrimos un maravilloso relato que se sirve únicamente de la imagen visual para contar su historia. Shaun Tan no utiliza ni un solo diálogo en toda su novela, y aún así la historia nos resulta perfectamente comprensible y conmovedora.
Sin duda alguna, The Arrival muestra una evolución importante en cuanto a su antepasado más inmediato de la tira cómica, y llega a trasmitirnos un mensaje aún más certero que el de Maus o el de Persepolis. ¿Qué particular tiene esta obra, además de la ausencia de diálogo, que pueda cautivarnos de esa forma tan directa? ¿Qué uso le da Shaun Tan a la imagen para mostrar una evolución importante en la presentación de un tema a través de la herramienta visual? Creo que la respuesta más certera para estas preguntas está en la simbiosis entre historia y ficción que encuentra en la imagen la vía más acertada para trasmitir un mensaje de carácter universal. Shaun Tan retoma un tema de invaluable importancia histórica como la migración, que a final del siglo XIX y a principios del siglo XX fue un hecho histórico de carácter mundial. Esa apelación al pasado se empata de forma directa con un universo ficcional, que a través de la fantasía de las imágenes, logra hablarnos de hechos reales, comprensibles para todos gracias al lenguaje intrépido y global de la literatura visual.
Cuando tuve mi primer encuentro con esta obra (que se dio en ocasión de mi investigación sobre las migraciones italianas en los Estados Unidos) me dio la impresión de sostener en mis manos algo muy antiguo, deteriorado por el paso de los tiempos pero luchando por sobrevivir (véase imagen 1). El libro de Shaun Tan tiene la apariencia de un viejo álbum fotográfico, o de un antiguo registro postal. Su carátula parece ser la de una reliquia de otros tiempos, cubierta de polvo, resucitada del pasado. Desde nuestra primera impresión, The Arrival es ya una imagen que apela a nuestro concepto global de lo antiguo, de lo que viaja a través de los tiempos para contarnos una historia en este presente, mientras nos sentamos en nuestro sillón contemplando desde la ventana el frenesí de la vida moderna.

1- Carátula de The Arrival.    
Cuando abrimos sus páginas, ilusoriamente raídas y deterioradas por el paso de los tiempos, descubrimos que el autor nos regala la historia de un migrante, que abandonando su país natal viaja hacia tierras extrañas. En The Arrival, Shaun Tan muestra como ese pequeño migrante va adaptándose al nuevo lugar, conociendo su idioma, sus hábitos y costumbres, pero sobretodo formando una gran red de solidaridad con los otros migrantes que por circunstancias dolorosas y terribles tuvieron que abandonar sus países y buscar oportunidades en este nuevo entorno. La historia del personaje de Shaun Tan pudo haber sido la historia de cualquiera de los migrantes, que a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, formaron parte de esa migración en masa de carácter universal.
El lenguaje pictórico del autor está lleno de imaginación y fantasía. Si bien Shaun Tan retoma un hecho de carácter tan real como el de la migración, la ubica en un universo extraño, lleno de criaturas fantásticas, de animales curiosos, de objetos voladores y de alimentos poco comunes (véase imagen 2). Si bien este carácter fantástico consigue darnos a entender la diferencia tajante entre estos dos mundos, también les otorga un matiz de simpatía, que hace del entorno un contexto amable en el que el personaje principal podrá adaptarse. Esta afabilidad permitirá un diálogo entre universos opuestos, un proceso de enseñanza recíproco que dará lugar a que exista una especie de fraternidad entre las dos culturas. En otras palabras, a través de estos elementos ficcionales y fantásticos, el autor trabaja el significado de la obra, y el mensaje que con ella quisiera trasmitir, pero a través de las referencias históricas, Shaun Tan logra que su público se identifique con este mensaje aterrizándolo a un contexto un poco más real.
2-Cena con criaturas fantásticas.
De hecho, a la luz de lo que aprendí durante mis estudios sobre las migraciones, puedo decir que el autor se inspiró en gran medida en las imágenes de la ciudad de Nueva York a principios del siglo XX (véase imagen 3). La apabullante modernidad de la ciudad que recibe al protagonista, la magnitud de sus edificios, la intensa curiosidad que le generan los medios de trasporte, y la enormidad de la metrópolis, nos recuerdan ese proceso de urbanización y modernización que estaba viviendo la ciudad estadounidense a principios del siglo pasado. Las experiencias del personaje se empatan en gran parte con las experiencias que pudo haber tenido un migrante que llegara a Nueva York a principios de siglo. De hecho, Shaun Tan elabora en sus ilustraciones la imagen del encuentro entre dos mundos, retomando algunas experiencias claves del migrante llegando a la gran ciudad.

3-Una ciudad fantástica inspirada en Nueva York.
 Una de las imágenes más dicientes de la similitud entre los hechos históricos y el universo de Shaun Tan, es la llegada del personaje al puerto de la ciudad (véase imagen 4). Al igual que en la segunda película de El Padrino, el personaje avista el puerto desde la cubierta del barco junto a los otros migrantes que lo acompañan en su viaje. Todos se paran para observar la realidad que los espera. En el panorama ilustrado, el autor introduce un monumento, que como la Estatua de la Libertad, le da la bienvenida a los migrantes a ese  nuevo mundo. En este caso, la escultura también representa una promesa ante los ojos de los nuevos allegados: un hombre dotado de una maleta (en representación de los migrantes), le da la mano a otro , dotado de provisiones y otros artefactos (en representación de la población local). La estatua simula a la perfección el encuentro afable entre dos mundos y el acuerdo mutuo de amabilidad, respeto y aprendizaje recíproco. Al igual que la Estatua de la Libertad le prometía a los migrantes prosperidad, progreso y libertad de pensamiento, el monumento fruto de la imaginación de nuestro autor promete tolerancia y solidaridad entre dos mundos opuestos.

4-Reinterpretando la Estatua de la Libertad.
La experiencia de Ellis Island, las imágenes de las ventas ambulantes en los barrios de Nueva York y otras visiones claves inspiradas en la migración hacia los Estados Unidos a principio del siglo XX, cubren el libro de Shaun Tan de experiencias reales dibujadas con un hálito de fantasía. La controversia entre ficción y realidad encuentra una pacificación en las imágenes de Shaun Tan, que utilizando la ficción como medio para trasmitir significados, logra hablar de la realidad histórica y cultural del migrante a principios del siglo XX. Ese carácter universal, animado por el encuentro entre historia y fantasía, le da al relato de nuestro autor un tono narrativo irreprochable, que logra igualarse de forma casi exacta a la magnificencia de los grandes clásicos de la literatura. ticos, el autor trabaja el significado de la obra, el personaje principal podrorial la historia del protagonista. En efecto, la



1 comentario:

  1. Valentina me gustó mucho tu reseña! La migración es un tema apasionante que ya habías tocado antes a propósito de la bandera sembrada en una matera en la biblioteca familiar.

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